La podología deportiva se enfoca en el diagnóstico, tratamiento y prevención de las afecciones del pie y la pierna relacionadas con la práctica deportiva. El podólogo deportivo está formado específicamente en patología del pie y en biomecánica aplicada al deporte, y a través de la tecnología más avanzada, llegar a un diagnóstico preciso, y con ello, poder recomendar y tratar eficazmente al deportista. Es una rama de la podología que se ha vuelto cada vez más relevante debido al creciente interés por el deporte y la necesidad de mantener la salud y el rendimiento óptimos de los atletas.

Los pies son una parte fundamental en la práctica de cualquier deporte. Son la base de nuestro equilibrio y nos permiten realizar movimientos de manera eficiente. Por esta razón, es crucial mantenerlos en óptimas condiciones para evitar lesiones y optimizar el rendimiento deportivo.

La podología deportiva se enfoca en el diagnóstico, tratamiento y prevención de las afecciones del pie y la pierna relacionadas con la práctica deportiva.

Hay un sinfín de patologías del pie y tobillo relacionadas con la práctica deportiva, y que varían según el deporte a prácticar, el nivel del deportista y un sinfín más de características técnicas. No obstante, resumimos las patologías deportivas más habituales en consulta:

  • Fascitis plantar
  • Esguince de tobillo
  • Metatarsalgia
  • Ampollas, durezas y callosidades
  • Fractura por estrés
  • Pie de atleta y onicomicosis (hongos en los pies y las uñas)
  • Sobrecargas musculares/miotendinosas
  • Tendinitis aquilea
  • Lesiones en la cintilla iliotibial
  • Etc.

Para mantener unos pies sanos y evitar lesiones durante la práctica deportiva, es importante seguir algunos consejos básicos:

  • Calzado adecuado: Utiliza zapatos deportivos que se ajusten correctamente a tus pies y brinden un buen soporte. Elige aquellos diseñados específicamente para el deporte que practicas.
  • Realizar un correcto calentamiento: Antes de iniciar cualquier actividad física, realiza un calentamiento para preparar los músculos y ligamentos de tus pies.
  • Higiene y cuidado: Mantén una buena higiene de tus pies, lavándolos diariamente con agua tibia y jabón suave. Sécalos bien, prestando atención a los espacios entre los dedos. Aplica crema hidratante para evitar la sequedad y las grietas.
  • Descanso y recuperación: Escucha a tu cuerpo y permite que tus pies descansen y se recuperen adecuadamente después de realizar actividades intensas. El descanso es fundamental para evitar el sobreuso y las lesiones por fatiga.
  • Visitas regulares al podólogo deportivo: Realiza revisiones periódicas con un podólogo especializado en deporte para detectar cualquier alteración en tus pies y recibir el tratamiento adecuado.
  • Evitar los lavados con agua caliente en los pies de forma prolongada antes de la práctica deportiva
  • No estrenar calzados antes de una competición
  • Usar calcetines de algodón o con gran porcentaje de algodón, sin costuras ni relieves que puedan molestar.
  • Usar chanclas en los vestuarios: Con el objetivo de evitar infecciones en los pies.
  • Correcto corte de uñas: Para evitar patologías como la uña encarnada, favorecida por calzados deportivos ajustados, como la bota de fútbol.